Consumer 2/12/05 Las organizaciones de consumidores creen que la subida de tipos es "soportable" para las familias
Se estima que los ciudadanos con hipotecas deberán desembolsar una media de 200 euros anuales más por sus letras | 02 de diciembre de 2005
Las organizaciones de consumidores no se han mostrado excesivamente preocupadas por la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta el 2,25%, y creen que este incremento, el primero en cinco años, es "soportable" para las familias españolas que tienen que hacer frente a una hipoteca.
Los ciudadanos con créditos hipotecarios deberán desembolsar una media de 200 euros anuales más por sus letras ante el aumento del precio del dinero. Así, una hipoteca de 145.000 euros a 25 años (plazo medio de las concedidas por los bancos) al interés variable más bajo que se ofrece actualmente -euríbor más el 0,35%-, se encarecería -según cálculos de la Federación de Consumidores en Acción (FACUA)- en 19 euros mensuales o 217,92 euros al año. De este modo, el coste de la amortización pasaría de los 710,51 euros al mes actuales a 728,67.
Para Manuel Pardos, presidente de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), el encarecimiento del precio del dinero supone una "repercusión moderada" sobre las economías domésticas, pero advierte de que las previsibles próximas alzas de tipos en Europa podrían ocasionar "graves perjuicios" a las familias españolas.
Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cree que la decisión del BCE no es por el momento para alarmarse, pero, al igual que Adicae, le preocupa que esto no sea más que el principio de nuevas subidas de tipos. En este sentido, recuerda que el nivel de endeudamiento familiar ya "es considerable", por lo que si se produjeran nuevas subidas muchos hogares "tendrían dificultades para llegar a fin de mes".
OCU considera que para los inversores en Renta Fija la subida de tipos "es una buena noticia", mientras que para el sector de la vivienda va a suponer un receso en la compra-venta de pisos, por lo que va a ser el principio de un "parón" para la inversión inmobiliaria.
Por último, insta a las entidades bancarias a revisar su política de financiar hasta el 100% del valor de tasación de la vivienda, dando plazos de hasta 40 años para pagar la hipoteca.
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