Los inspectores de la Dirección General de Consumo han inmovilizado un total de 59 yoyós elásticos que pueden ser peligrosos debido a su toxicidad y, sobre todo, al riesgo de estrangulamiento que ofrece su manejo por parte de los niños. Los juguetes han aparecido en una tienda multiprecio de origen chino en Murcia capital, si bien los yoyós han sido importados por una empresa especializada en este tipo de juguetes de origen asiático, que tiene su sede en Fuenlabrada (Madrid), por lo que la Dirección General de Consumo ya se ha puesto en contacto con la Comunidad Autónoma de Madrid.
El director general de Consumo de Murcia, José Gabriel Ruiz, indica que «en la última conferencia sectorial de Consumo manifestamos nuestra preocupación por la dificultad de controlar la entrada de este tipo de juguetes peligrosos procedentes del sureste asiático». En este sentido, se decidió solicitar al responsable de Aduanas, dependiente del Ministerio de Hacienda, que se extremen el control de entrada de juguetes.
Por su parte, la jefa de la inspección regional de Consumo, Josefina García Andreu, manifiesta que «este tipo de yoyós aparecen y desaparecen de forma cíclica y con diferentes nombres». Así, meses atrás Consumo detectó una importante partida bajo el nombre de yoyówater o yoyó chino, que al parecer repartieron los sardineros durante el desfile. Con anterioridad, en noviembre del 2003, Consumo ya había inmovilizado más de 400 unidades.
En esta ocasión, los yoyós han reaparecido bajo el nombre de puffer ball, y se han hallado de dos tipos: con luz (29) y sin luz (30), en colores vivos, muy atractivos para los niños -casi dan ganas de comérselos- y unos llevan e su interior un líquido y otros una pila.
La inspectora de Consumo indica que «se han tomado muestras porque tienen toda la apariencia de peligro por el olor del producto y por el tipo de plástico con que están hechos que pudieran contener sustancias tóxicas (talatos), que son cancerígenas». |
