La Verdad 1/8/06 A. PRÁDANOS/COLPISA / MADRID
Puede ser un viaje de muy difícil retorno, con consecuencias funestas. Consumir o traficar con drogas en el extranjero es un «error fatal» que ya les cuesta severas penas de cárcel a 1.142 presos españoles en 47 países del mundo. Representan tres de cada cuatro españoles encarcelados en el extranjero, y el Gobierno vuelve este verano a la carga para evitar que más gente caiga en la misma trampa.
Tres Ministerios, Sanidad, Justicia y Exteriores, activaron ayer una nueva campaña destinada a las decenas de miles de ciudadanos españoles, en especial jóvenes, que cruzan la frontera y viajan a otros países. Es la quinta edición, en colaboración con la Fundación Ramón Rubial-Españoles en el Mundo, y lleva por lema Instrucciones para no volver a casa. Con ironía y unas viñetas explicativas, las autoridades aconsejan varios métodos para acabar en prisión, con las vacaciones y, quién sabe si la vida, arruinadas. Llevar encima pequeñas cantidades de droga para consumo propio o la compraventa en el país-destino son vías seguras a la cárcel hasta en países vecinos de la UE.
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