La Verdad 19/6/05 Denuncian la indefensión ciudadana en el sector de la telefonía y la vivienda Motor de cambio
Un congreso nacional reúne en Murcia a 50 delegados de la Unión de Consumidores de España (UCE)
EP JULIÁN MOLLEJO/MURCIA
Unos 50 delegados se reúnen este fin de semana en Murcia en el VII Congreso Nacional de la Unión de Consumidores de España (UCE) para realizar un diagnóstico de la situación de protección de los consumidores, tras el que la UCE trasladará al Gobierno central y a los de las comunidades autónomas diez propuestas básicas para garantizar un avance sustancial en la protección de los usuarios españoles.
El portavoz de UCE, Dacio Alonso, criticó que la protección de los ciudadanos «no está siendo la política prioritaria de los gobiernos» y recordó que sectores como vivienda y telefonía «representan la situación de indefensión». Alonso señaló que los poderes públicos «están más preocupados de los intereses económica de las empresas que no de los ciudadanos en su condición de consumidores y usuarios»; «nos preocupa que la hegemonía del mercado esté en los mercaderes y no esté en los ciudadanos».
Alonso también aseguró que en la vivienda se concentra la mayor indefensión, «además del escándalo del precio de la vivienda , inasumible por las familias. Un derecho constitucional como es la vivienda, no lo están gestionando los poderes públicos como mandata la Constitución, sino los promotores y constructores. Y en España de lo que saben es del beneficio económico».
Entre las 10 propuestas que resultarán de este VII Congreso y que serán presentadas al presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, así como a los Gobiernos autonómicos se encuentra una Ley de protección del Sobreendeudamiento de los ciudadanos, derivado del impacto del precio de la vivienda, «la espada de Damocles para las familias españolas», afirmó Alonso. El principal factor de cambio de la sociedad murciana no es ni internet ni el negocio inmobiliario ni, por mucho que le pese, el Gobierno Regional. El principal factor de cambio de la Murcia actual es la inmigración. Aún no somos plenamente conscientes de ello, o más bien sólo lo somos de los perjuicios que acarrea, como el incremento de la delincuencia, pero dentro de un tiempo nada será igual como consecuencia del influjo de las culturas foráneas.
Es habitual ver en nuestras calles tiendas regentadas por y para inmigrantes, restaurantes de exóticas gastronomías, locutorios multilingües, chiringuitos de copas y ritmos sabrosones. En mi barrio, un popular y castizo distrito del casco murciano, se celebra los domingos por la mañana un campeonato de fútbol sala entre equipos de inmigrantes, tanto latinos como subsaharianos.
Pero la cada vez mayor presencia de lo extranjero no se limita a las estadísticas de empleo, al comercio, al ocio y a las tardes de los días festivos. Su penetración transciende lo material y llega al más allá.
Los inmigrantes han traído consigo sus religiones y han empezado a poblar nuestras ciudades con sus ritos. Apenas necesitan una cochera o un bajo comercial para reunirse y cantar al Señor. La idea sobre este artículo me vino precisamente al descubrir cerca de mi casa un local con el siguiente rótulo: African Pentescostal Church. Latter Glory Ministries Inc., que ofrecía, entre otros missionary works (trabajos misioneros), oraciones por enfermos y embarazos, por desempleados y destituidos, amén de consejos matrimoniale y hasta financieros. Un servicio espiritual integral, no sé si a módicos precios o sólo a cambio de la voluntad.
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