La Verdad 8/10/07 UCE denuncia que algunas promotoras imponen «unas condiciones de vasallaje» a los usuarios Sólo un 5% de las reclamaciones de los consumidores acaban en los tribunales de Justicia
Ventanas que no aíslan del ruido o del frío, paredes que se agrietan, suelos con desperfectos... Son algunas de las sorpresas que pueden encontrarse los compradores de una vivienda una vez superados otros problemas no menos graves, como el retraso en la entrega de las llaves o el aumento del precio.
A las dificultades de comprar una vivienda por la escalada de precios, se pueden sumar después los problemas posteriores por la deficiente edificación. Si el ritmo de la construcción de viviendas se ha disparado en los últimos años, también ha aumentado el número de reclamaciones que se plantean por esta causa. Los murcianos presentan cada año más de 2.000 quejas y reclamaciones ante las organizaciones de consumidores relacionadas con la compra de la vivienda.
Malos acabados, aislamientos acústicos imperfectos, retrasos en la entrega de la vivienda... La lista de problemas a que se enfrentan los compradores de una casa es interminable y variada, aunque los desperfectos y la interminable espera para lograr al fin las llaves de la casa copan las denuncias. La Unión de Consumidores de Murcia recogió el pasado año 862 consultas, quejas, reclamaciones y denuncias a través del teléfono, 378 mediante atención en la oficina y 304 mediante la web www.ucemurcia.com. Estas supusieron un 13,6%, un 14,73% y un 21,88% del total de consultas que se atendieron en Unión de Consumidores a lo largo de todo ese año. En lo que va de año, se han recogido al menos medio millar.
Memoria de calidades
Que la vivienda prometida no se asemeje a la realidad es algo también frecuente, según los datos de UCE, ya que la falta de correspondencia entre los planos por los que los compradores se guiaron antes de comprar la casa y la vivienda acabada es otra de las quejas más habituales. También se han dado casos de promotoras que se niegan a entregar la memoria de calidades a los compradores, que se quedan así sin pruebas materiales a la hora de reclamar.
«En ocasiones -denuncia Pedro Valera, presidente de UCE- las promotoras llegan a imponer condiciones de avasallamiento que los compradores no tienen más remedio que aceptar si les interesa la casa. Ocurre por ejemplo cuando se niegan a devolver el dinero entregado a cuenta». Los malos acabados provocan a veces en el comprador «una sensación de estafa muy molesta», se queja Pedro Valera, que especifica que «las constructoras de siempre, con una trayectoria, no funcionan así, son las empresas con un marcado carácter oportunista que han crecido al amparo del boom de la construcción que se ha vivido los últimos años en la Región».
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