ABC 26/6/08 M. VILLALBA. MADRID
El ahorro de energía es hoy más importante que nunca por el acecho del cambio climático. Por eso la propuesta aprobada ayer por unanimidad en el Congreso, con la que se prevé la sustitución en tres años de las bombillas incandescentes por las de bajo consumo, promete reducir el gasto energético en los hogares (para los que se fabrican el 80 por ciento de las lámparas), y de paso la factura de la luz. El Gobierno debe preparar antes de fin de año un plan en colaboración con las comunidades autónomas, y acometerlo en tres años.
Ese plan deberá incentivar el cambio porque «en los hogares españoles hay 350 millones de bombillas que necesitan sustituirse por otras. Al tener que fabricarse más, también podría bajarse el precio de las de bajo consumo», señala el portavoz de Medio Ambiente de CIU, Pere Macías. «Es importante -añade- porque con esta medida se puede ahorrar el 3 por ciento de la energía que se consume en España al año». Esto equivale a 6,5 millones de toneladas de CO2 anuales.
El modelo seguido ha sido Australia, primer país en aprobar esta medida. En California estarán prohibidas en 2012. Según el plan presentado a la UE hace un año por la Federación de Empresas Europeas de Lámparas, el objetivo es que dejen de comercializarse en toda Europa a partir de 2015.
Duran doce veces más
La empresa Philips propuso la eliminación progresiva de las lámparas tradicionales el año pasado. Según este fabricante, las bombillas incandescentes utilizan un 10 por ciento de la energía que consumen en iluminar, y el 90 por ciento restante se disipa en calor. La empresa calcula que «si se reemplazan los dos millones de lámparas que se venden en la UE al año por modelos de bajo consumo, se conseguiría un ahorro de 20 millones de toneladas de CO2. De acuerdo a los datos de Greenpeace, las de bajo consumo gastan un 80 por ciento menos de energía que las convencionales, duran 12 veces más y ahorran a la atmósfera 20 kilos de CO2 al año. Aunque también son más caras.
La retirada de las actuales bombillas deberá llevar aparejado su reciclaje, ya que contienen mercurio, un residuo peligroso.
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