La Verdad 28/06/2010 El Gobierno central espera obtener una recaudación adicional al año de 1.900 millones de euros
El próximo jueves entrará en vigor la subida de IVA, que elevará dos puntos el tipo general, hasta el 18%, y un punto el tipo reducido, hasta el 8%. La medida, con la que el Gobierno pretende aumentar la recaudación, drenará, en cambio, aún más el bolsillo de las familias, a las que les costará 300 euros de media anual la subida, según las organizaciones de consumidores.
El tipo general es el que se aplica por defecto a todos los productos y servicios, lo que incluye electrodomésticos, ropa, calzado, tabaco, bricolaje, servicios de fontanería y vehículos, entre muchos otros.
Es también el caso de la electricidad, los combustibles, el gas natural y el butano, que ya han subido sus precios en los últimos meses y que ahora tendrán que incorporar el aumento fiscal.
La subida de IVA en la electricidad se sumará al aumento del 2,6% que experimentó la tarifa en el mes de enero y a la subida cercana al 5% de 2009. En el caso de los combustibles, el incremento fiscal tendrá que añadirse a la subida del 7,8% que han experimentado los precios de la gasolina desde enero y al 11,3% que ha subido el gasóleo.
El tipo reducido, que se eleva del 7% al 8%, afecta a los alimentos en general, el transporte de viajeros, los servicios de hostelería, las entradas a espectáculos, los servicios funerarios, las peluquerías, dentistas, edificios, viviendas y complementos para el diagnóstico o alivio de enfermedades, entre otras cosas.
Uno de los sectores más afectados por la subida de este tipo de IVA será el turismo, ya que el incremento afecta a los precios de los viajes, los alojamientos y todos los servicios de hostelería.
El tipo superreducido, que se aplica a alimentos básicos y de primera necesidad (pan, leche, frutas y verduras), las viviendas de protección oficial, medicamentos de uso humano o algunos productos culturales (libros, periódicos y revistas no publicitarios), se mantiene en el 4%.
La iniciativa no ha estado exenta de polémica y ha sido criticada y puesta en duda desde que fue anunciada y hasta la misma semana pasada, cuando el PP, principal opositor, intentó derogarla en el Congreso sin éxito.
El principal argumento del Ejecutivo para poner en marcha esta medida es la necesidad de incrementar la recaudación y ayudar así en la tarea de reducir el déficit a niveles más cercanos al 3% en 2013. El Gobierno pretende conseguir una recaudación adicional de 1.900 millones de euros.
En cambio, los mayores detractores afirman que no hace falta subir los impuestos para reequilibrar las cuentas públicas e incluso han llegado a plantear algunas bajadas selectivas de algunos tributos para impulsar la actividad en algunos sectores, como el turismo.
De hecho, algunas voces han alertado de la posibilidad de que la subida fiscal lastre la incipiente y débil recuperación del consumo en el tercer trimestre y lleve a España a un nuevo periodo de recesión.
Las organizaciones de consumidores también han criticado el aumento fiscal y han cifrado en unos 300 euros el efecto que provocará en los bolsillos de las familias. El PP ha calculado que la subida tendrá en la Región de Murcia un coste de unos 400 millones de euros.
Sin embargo, también muchos organismos, algunos internacionales, han dado el visto bueno a la iniciativa del Gobierno argumentando que el IVA es uno de los impuestos que menos pueden distorsionar la actividad.
España no es la única que ha optado por esta medida para hacer frente a la caída de ingresos provocada por la crisis. Otros países, como Letonia o Lituania decidieron hacerlo en 2009, mientras que otros como Grecia, Reino Unido y Portugal lo han hecho en 2010.
A pesar de la subida, España seguirá con un IVA más reducido que la mayoría de los países de la UE, superando sólo a territorios como Chipre o Malta. Los tipos más altos se localizan en países como Suecia (25%) y Dinamarca (25%).
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